En nuestra vida diaria, todos anhelamos sentirnos amados y aceptados, pero muchas veces buscamos llenar ese vacío con personas, lugares o cosas temporales. Sin embargo, existe un tipo de amor que no tiene comparación: el amor incondicional de Dios.
El amor incondicional es ilógico, inagotable y no depende de quiénes somos o de lo que hemos hecho. La Biblia lo ejemplifica en el libro de Oseas, donde Dios le pide al profeta casarse con una mujer infiel, como imagen del amor divino hacia un pueblo que lo ha dejado de lado una y otra vez.
A través de este relato, comprendemos que:
- El amor de Dios es ilógico: No sigue la lógica humana. Mientras nosotros tendemos a apartarnos del que falla, Dios busca restaurar al perdido. Él busca al infiel, al quebrantado, al que necesita esperanza.
- El amor de Dios es inagotable: No importa cuántas veces fallemos o nos alejemos, su gracia y misericordia están listas para restaurarnos, siempre que estemos dispuestos a regresar.
- El amor de Dios es incondicional: No puedes ganártelo ni perderlo. Es un regalo eterno, un pacto sellado por medio de Jesús, que entregó su vida para demostrarnos cuán profundo es ese amor.
Aceptar este amor implica un paso de fe: reconocer nuestra necesidad, dejar de poner excusas o justificaciones, abrazar nuestra historia y permitir que Dios nos renueve desde adentro hacia afuera.
En palabras sencillas, Dios nos acepta tal como somos, pero nos ama demasiado para dejarnos igual.
¿Cómo podemos reflejar ese amor?
El llamado es a responder dando lo mejor de nosotros: nuestro tiempo, nuestros tesoros y nuestros talentos. El amor de Dios no es para guardarlo, sino para compartirlo con los demás, convirtiendo cada día en una oportunidad para ser instrumentos de restauración en Su mano.
¿Necesitas restauración? ¿Buscas un lugar seguro donde puedas experimentar el amor que transforma?
¡Te invitamos a Canaan Church en Miami y a nuestro programa de restauración “Hay Esperanza”! Aquí, encontrarás una comunidad que te apoya, te recibe con brazos abiertos, y te acompaña en cada paso hacia la sanidad y el propósito. Sin importar cuál sea tu historia o situación, en Canaan Church hay un espacio, esperanza y nuevos comienzos para ti y tu familia.
¡Te esperamos!
Un abrazo fuerte y que Dios bendiga tu vida.