Descubre cómo el llamado al discipulado va más allá de la conversión y te impulsa a una vida de obediencia, servicio y transformación radical
El Evangelio y el Discipulado: Dos Caras de la Misma Moneda
En Canaan Church creemos que la restauración no es el punto final, sino el punto inicial de un viaje transformador. Muchas veces en la iglesia moderna hemos separado el evangelio del discipulado, convirtiendo las buenas nuevas en un simple mensaje de salvación, olvidando que ese mismo mensaje tiene el poder de transformar cada área de nuestra vida.
Sin evangelio no hay discipulado. Esta verdad fundamental nos recuerda que Jesús no solo vino como Mesías para darnos vida eterna, sino también como Maestro para mostrarnos el camino hacia esa vida abundante que Él prometió.
Juan 13: El Lavado de Pies y la Lección de Humildad
En Juan 13:3-10 encontramos una escena que revoluciona nuestra comprensión del liderazgo y el servicio:
«Jesús sabía que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas y que había salido de Dios y que a Dios volvía, se levantó de la cena, se quitó su manto y tomando una toalla la sujetó a la cintura. Luego puso agua en un recipiente y comenzó a lavarle los pies a sus discípulos…»
Este acto, culturalmente reservado para los siervos más humildes, nos enseña principios eternos sobre el verdadero discipulado.
4 Principios del Discipulado Radical
1. No Es Protagonismo, Es Obediencia
Jesús se levantó de la mesa porque alguien tenía que hacerlo. Los discípulos esperaban que un siervo llegara a lavar sus pies, pero Jesús tomó la iniciativa.
La pasividad siempre juzgará y criticará a la obediencia por protagonismo.
Como discípulos de Cristo, debemos tener iniciativa. No esperamos que nos digan qué hacer; nos movemos en obediencia al llamado de Dios, incluso cuando esto genera incomodidad o tensión en nuestro entorno.
Pregunta de reflexión: ¿Cuándo fue la última vez que tomaste la iniciativa de servir sin que nadie te lo pidiera?
2. No Podemos Discipular Desde el Púlpito
Jesús no les dijo a sus discípulos lo que debían hacer; les modeló el servicio.
El discipulado no ocurre únicamente en las reuniones dominicales o desde una plataforma. El verdadero discipulado es:
- Relacional: Se construye en el día a día
- Personal: Requiere involucramiento en las vidas
- Transformacional: Va más allá de la información hacia la formación del carácter
Como pastores y líderes, debemos bajarnos de la tarima y caminar con la gente, sentarnos a su nivel, entender sus luchas y abrazarlos en su dolor.
3. La Incomodidad Es Señal de Crecimiento
Cuando Pedro rechazó que Jesús le lavara los pies, reveló su lucha con el orgullo. La respuesta de Jesús fue clara:
«Si no te los lavo, no tendrás parte conmigo.» (Juan 13:8)
La incomodidad que sientes cuando alguien está haciendo lo que Dios lo llamó a hacer es un síntoma de que estás en el círculo correcto. No rechaces esa tensión; abrázala, porque Dios está usando esa situación para exponer áreas en tu vida que necesitan transformación.
El corazón ofendido se vuelve crítico. Cuando estamos heridos, tendemos a juzgar porque vemos la situación a través de nuestro dolor. Las personas más heridas, por lo general, se convierten en las más criticonas.
4. Jesús Nunca Dejó de Ser Jesús
Aunque Jesús sabía que Judas lo traicionaría, no dejó de servirlo. Lavó sus pies y lo amó hasta el final.
¿Desde cuándo dejaste de ser tú porque alguien te ofendió?
Muchas veces desistimos de:
- Seguir restaurándonos
- Ser vulnerables
- Abrir nuestro corazón
- Servir en el ministerio
…porque alguien nos hirió. Pero Jesús nos enseña que la santidad produce sanidad, y para experimentar esa sanidad debemos permanecer cerca del Santo.
El Evangelio Completo: «Ven Como Eres, Pero No Te Quedes Así»
En Canaan Church predicamos el evangelio completo:
✅ Ven tal y como eres – Te amamos y aceptamos
✅ Pero no te quedes donde estás – Dios tiene un plan de transformación para tu vida
Jesús vino a morir por tu peor comportamiento, no solo por tu mejor versión. Su gracia es suficiente, pero Su amor es tan grande que no te dejará donde te encontró.
Restauración y Santidad: El Secreto de la Vida Abundante
2 Crónicas 7:14 nos da la fórmula divina:
«Si se humillare mi pueblo sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren y buscaren mi rostro y se convirtieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde el cielo y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.»
No hay sanidad sin humillarnos ante Dios.
No hay restauración sin arrepentimiento.
No hay vida nueva sin muerte de cruz.
Dios no está tan preocupado porque tú sanes, sino porque aceptes Su santidad, porque la sanidad es el producto de Su santidad.
El Tesoro en el Campo: Tú Eres Amado
En Mateo 13:44, Jesús habla del reino como un tesoro escondido en un campo. Tradicionalmente interpretamos esta parábola como nosotros dejándolo todo por Jesús.
Pero ¿qué tal si tú eres ese tesoro?
¿Qué tal si Jesús es ese hombre que se despojó de todo, dejó el trono celestial y vendió todo lo que tenía para comprarte a ti? Él prefirió morir por ti que vivir sin ti.
Tú eres ese tesoro que movió a Jesús a descender del cielo.
La Llamada a la Acción: Somebody Has to Do It
El éxito de nuestro llamado no se mide por el número de seguidores, sino por las vidas transformadas por el mensaje que predicamos. Cada uno de nosotros predicamos un mensaje con nuestra vida.
La pregunta es: ¿Cuál es el mensaje que tú predicas?
Todos somos discípulos de algo. La pregunta no es si eres un discípulo o no, sino ¿de quién eres discípulo?
En las redes sociales, las personas más influyentes quieren hacernos creer que no siguen a nadie. Pero todos, absolutamente todos, somos seguidores de alguien. Y tener millones de seguidores no significa que estés haciendo discípulos, porque muchos son atraídos por la elocuencia de un hombre, pero no todos están haciendo discípulos verdaderos.
Conclusión: El Llamado a Ser Embajadores
El mundo no tiene problema con Dios. El mundo tiene problema con Jesús. Y tenemos que entender que si sacamos a Jesús de la ecuación, nos quedamos sin esperanza.
Juan 1:12 declara: «Pero aquellos a quienes lo recibieron y pusieron su fe y creyeron en su nombre, a aquellos él les dio el derecho de ser hijos de Dios.»
Tu paternidad con Dios no inició cuando llegaste a una iglesia o comenzaste un programa de restauración. Inició en el momento en que creíste y pusiste tu fe en Jesús.
Lo que nos trae a todos en unidad como cuerpo, a pesar de nuestras diferencias, experiencias y vivencias únicas, es que tenemos una cabeza: todos tenemos un Mesías y un mensaje.
El Mensaje es Uno Solo: Jesús Salva
Y este mensaje tiene una peculiaridad: no importa lo que vivamos, ni qué tan doloroso sea lo que experimentemos, no importa qué tan grande sea la crisis. La respuesta está cuando le damos nuestra vida a Cristo.
Y esto no es una decisión de un día; es una decisión continua. Porque en el momento en que creemos que ya llegamos, es cuando debemos revisar nuestro corazón, ya que ese es el primer paso hacia aquel lugar donde juramos no regresar más.
Jesús: Mesías y Maestro
Para que abracemos esta idea de que tenemos un mensaje transformador, tenemos que entender que Jesús no solo vino como Mesías, sino también como Maestro. No puedo ser discípulo de Jesús si no he aceptado las enseñanzas de Jesús.
Muchos de nosotros hemos ido tras los beneficios de seguir a Jesús, pero no hemos entendido aún los sacrificios que se requieren para seguir a Jesús.
El Evangelio: Cielo en el Corazón
El evangelio no se trata de meter a la gente al cielo. El evangelio se trata de que el cielo entre al corazón de las personas.
Y el Señor nos ha escogido a nosotros, a cada uno de nosotros como iglesia, para ser los embajadores de este mensaje. Por eso es que Él quiere restaurar nuestras vidas. La restauración no es el punto final, es el punto inicial.
Cuando el Señor restaura nuestras vidas es con un propósito. Él nos quiere llevar a un destino, a una asignación que ha preparado para nosotros.
Tu Identidad Verdadera
El enemigo ha tratado de venir a tu vida para robar, matar y destruir. Ha hecho todo lo posible para que llegues a creer que eres hijo de Satanás. Pero hoy Jesús declara sobre tu vida:
«Ustedes son mis discípulos. Ustedes llevan mi nombre. Ustedes son mis embajadores.»
La Urgencia del Llamado
Como iglesia, debemos preguntarnos: ¿Realmente estamos haciendo lo que Dios nos ha llamado a hacer?
Tesalonicenses nos advierte que Él llegará en su segunda venida como ladrón en la noche, cuando nadie lo espera. Yo no sé tú, pero yo no quiero llegar al final de los tiempos sin estar preparado para aquello que el Señor me llamó a hacer.
¿Quién irá por mí?
La Recompensa del Discipulado
Como dice Juan Marcos en su libro «Practicing the Way»: La recompensa de seguir a Jesús es Jesús.
No seguimos a Cristo por los beneficios, las bendiciones o el reconocimiento. Lo seguimos porque Él es digno. Porque Él nos amó primero. Porque Él se despojó de todo por nosotros.
El Llamado Final
Juan 13:14-15 declara:
«Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros, porque les he puesto ejemplo, para que lo mismo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan con otros.»
Como iglesia, tenemos la labor de lavar los pies de las personas que han estado caminando un camino duro, difícil, lleno de derrotas, frustraciones y miedos.
Servir a Dios es un acto de amor, no una carga pesada.
El Señor nos está llamando a servir todos los días:
- En nuestras casas
- En nuestros trabajos
- En nuestras comunidades
- En nuestros ministerios
Hay algo para lo cual el Señor te ha llamado y te ha escogido.
Porque conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. (Juan 8:32)
La verdad no se siente, se conoce. Y conocer a Jesús como Señor y Maestro es el camino hacia la libertad verdadera.
Hoy, el Padre te mira y te dice:
«Tú eres ese tesoro por el cual mi Hijo lo dejó todo. Tú eres amado. Tú eres llamado. Tú eres escogido. Ahora levántate y ve. Alguien tiene que hacerlo.»
Recursos Adicionales
Si deseas profundizar en tu proceso de restauración y discipulado, te invitamos a conocer nuestro programa Hay Esperanza, que se reúne cada sábado a las 9:00 AM (hora de Miami). Puedes asistir presencialmente o en línea a través de plus.canaanusa.org. También ofrecemos el programa en inglés: There is Hope.
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