En Canaan Church, la partida del Pastor Jaime ha dejado un vacío inmenso, una sensación de “ovejas sin pastor”. Sin embargo, en medio del dolor, el mensaje que emerge es claro y resonante: Aún hay esperanza. Este mensaje nos invita a procesar el duelo mientras caminamos hacia el futuro que Dios tiene para nosotros.
El Peso del Duelo: Un Sentimiento Compartido
La noticia de la partida de Jaime fue un momento de profunda reflexión y duelo para muchos. Es natural sentir que la situación es injusta o incluso dudar, tal como el pueblo de Israel pudo haberlo sentido al ver que Moisés, su máximo líder que los sacó de la esclavitud y los guio por 40 años, no entraría con ellos a la Tierra Prometida. ¿Cómo se siente un pueblo que está al borde de cumplir una promesa tan grande y su líder no puede acompañarlos?
El orador se puso en los zapatos del pueblo de Israel y de Canaán Church, reconociendo que es probable que muchos se sientan como si Dios hubiera sido injusto, o que tengan quejas y preguntas difíciles en su corazón. Preguntas como: “Dios, si eres todopoderoso, ¿por qué no entregaste tu sanidad al hombre que nos estaba guiando a una tierra de bien?”. Es crucial entender que a Dios no le asustan tus dudas, temores o incluso tu enojo. Él es un Dios de toda consolación, dispuesto a sentarse y conversar contigo, a atraer tus dudas en lugar de alejarse de ellas. El peor error sería obviar el dolor o no atenderlo, pues esto podría estancarte espiritualmente.
Tres Declaraciones para el Camino Hacia Adelante
Para esta nueva temporada, donde Canaan Church está entrando a una “tierra prometida” sin la presencia física de su Pastor Jaime, el orador propuso tres declaraciones fundamentales que el pueblo de Israel debió haber repetido y que hoy son vitales para la iglesia:
- Lloraremos, Pero También Caminaremos
- Esta declaración subraya la necesidad de permitirse el duelo, pero no quedarse paralizado en él. El pueblo de Israel, al perder a Moisés, tuvo que seguir avanzando; y así como el Mar Rojo se abrió, el río Jordán también lo hizo sin Moisés, demostrando que los milagros aún se seguirán dando porque el poder viene de Dios.
- Caminar mientras se secan las lágrimas es el camino de la fe. Es fundamental no obviar el dolor, sino atenderlo y hacer las preguntas necesarias. Dios desea que te sientes con Él, expreses tu rabia o tu molestia, y permitas que Él te consuele.
- Lo único que tu dolor no puede hacer es congelarte o hacerte retroceder. El dolor puede cegar la visión espiritual, impidiendo ver los milagros más grandes de Dios si no se atiende y se lleva a Jesús.
- Fue Dios Quien Nos Llamó y Aún Nos Sigue Llamando
- La visión de una tierra prometida para Israel no nació en el corazón de Moisés, sino en el corazón eterno de Dios. De la misma manera, la visión de Canaán no empezó de cero en el corazón de Jaime García, sino en el mismísimo corazón de Dios, quien la presentó a través de él.
- Esto significa que, si la visión nació en el cielo, es una visión eterna que no terminará con la graduación del Pastor Jaime a la eternidad. “La batuta ya se pasó”. Es el momento para que los líderes y la congregación tomen esa batuta y avancen para glorificar a Dios, completando lo que Él les ha llamado a hacer. El plan de Dios es para generaciones, no para un solo hombre.
- Esto También Pasará Porque Aún Hay Esperanza
- La sensación de vacío y dolor que se siente hoy, “esto también va a pasar”. El dolor no tiene la última palabra; Dios lo transformará para bien.
- Romanos 8:28 y Génesis 50:37 son recordatorios poderosos de que Dios convierte lo que el enemigo usó para destruir, en algo para nuestro bien. La herida actual se convertirá en una cicatriz, un testimonio de que existe un Dios que sana. Este testimonio agrandará a la comunidad.
- Este conocimiento permite llorar y caminar al mismo tiempo, sabiendo que el dolor no es el final, sino parte de un proceso de transformación hacia un futuro prometedor.
La Verdadera Visión de Canaán: Familias Restauradas y una Iglesia Multigeneracional
Es crucial entender que la visión y misión de Canaán no es solo construir grandes auditorios o tierras físicas, sino que está arraigada en la profecía de Malaquías: “Yo haré volver el corazón de los padres a los hijos y de los hijos a los padres”. La misión es crear familias funcionales y ser una iglesia multigeneracional donde todas las generaciones compartan juntas. Dios no habita en templos hechos por manos de hombres, sino en medio de Su iglesia, Su cuerpo aquí en la tierra.
Un Llamado a la Acción y al Apoyo
El Pastor Jaime glorificó al Padre al completar todo lo que Dios lo llamó a hacer en la tierra. Ahora, la batuta está en las manos de los pastores, facilitadores, líderes y toda la comunidad de Canaán. Es un llamado a seguir adelante y honrar el legado del Pastor Jaime, sirviendo fielmente a la visión de Dios.
Los actuales líderes, quienes tal vez han tenido menos tiempo para llorar, están encargados de la comunidad. Necesitan la sabiduría de Dios para tomar decisiones justas, basadas en la visión original. La comunidad está llamada a orar por ellos, a apoyarles y a creer que los mejores días de Canaán aún no han llegado.
Aunque haya dolor y vacío, Dios pondrá figuras pastorales para conectar, y la visión de restaurar familias y alcanzar a otros continuará. Así como el pueblo de Israel atravesó el Jordán sin Moisés, Canaan Church avanzará y Dios seguirá haciendo milagros. Las lágrimas sembradas hoy darán fruto al ciento por uno en los años venideros, confirmando que, a pesar de lo inexplicable, Dios se mantuvo fiel.