En los momentos de dificultad, cuando enfrentamos tormentas en nuestra vida, surgen preguntas como: «¿Qué tal que…?». Estas interrogantes pueden impulsarnos hacia la fe o hundirnos en la duda y el temor.
El problema es que muchas veces nuestra mente tiende a enfocarse en lo negativo, robándonos la paz y la esperanza. Pero, ¿y si te dijera que tienes el poder de cambiarlo? ¿Y si hoy descubrieras que puedes elegir pensamientos que traigan vida y no desesperanza?
El pastor Jaime García en su mas reciente predica, Qué tal que… nos desafía a reflexionar sobre cómo nuestros pensamientos determinan nuestra vida y nuestra relación con Dios.
La Negatividad Crónica: Un Veneno para la Mente
Vivimos en una cultura donde muchas personas han adoptado hábitos de pensamiento negativos. No necesitan una crisis para ver lo peor en cada situación. La negatividad crónica se ha convertido en un veneno que corroe la salud mental y emocional.
Desde la neurociencia, sabemos que el cerebro está predispuesto a enfocarse en lo negativo. Un evento negativo tiene un impacto más duradero y profundo que un evento positivo. Además, los pensamientos negativos constantes generan altos niveles de cortisol, la hormona del estrés, que puede desencadenar enfermedades y afectar nuestra calidad de vida.
Romanos 12:2 (NVI): «No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.»
No Somos Víctimas de Nuestros Pensamientos
El problema es que muchos consideran que pensar negativamente es «inofensivo». Pero la realidad es que nuestros pensamientos moldean nuestras acciones y nuestra vida. En Mateo 9:27-30, dos ciegos se acercaron a Jesús y él les preguntó: «¿Creen que puedo sanarlos?». Su milagro no dependió solo del poder de Jesús, sino de su fe. «Que se haga con ustedes conforme a su fe», les dijo.
Dios nos ha dado la capacidad de elegir qué pensar. Romanos 8:5-6 nos recuerda que nuestra mente puede estar dominada por la carne, trayendo muerte, o por el Espíritu, trayendo vida y paz. La decisión es nuestra.
El SARK: La Naturaleza Pecaminosa del Hombre
La Biblia nos enseña que nuestra «carne» (SARK) nos lleva a tomar decisiones basadas en nuestra propia percepción de lo bueno y lo malo. Sin embargo, esta percepción está distorsionada. Pensamos que estamos obrando bien cuando en realidad estamos alejándonos de Dios.
El verdadero problema del SARK es que nos hace sentir autosuficientes, confiando en nuestra propia sabiduría en lugar de depender de Dios. Proverbios 3:5-7 nos da la clave: «Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento».
Dependencia, No Religión
Dios no nos llama a una vida religiosa basada en reglas y rituales, sino a una relación de dependencia con él. En Lucas 6:46, Jesús pregunta: «¿Por qué me llaman ‘Señor, Señor’, y no hacen lo que digo?». La verdadera fe no solo se expresa con palabras, sino con una vida rendida a su voluntad.
Renovando Nuestra Mente
Dios nos da la posibilidad de transformar nuestra manera de pensar y vivir una vida de esperanza. Si nos rendimos a Él, podemos cambiar nuestra mentalidad y experimentar una vida llena de paz. No estamos condenados a una mentalidad de derrota, sino llamados a renovar nuestra mente con su verdad.
Renovando Nuestra Mente
Dios nos da la posibilidad de transformar nuestra manera de pensar y vivir una vida de esperanza. Si nos rendimos a Él, podemos cambiar nuestra mentalidad y experimentar una vida llena de paz. No estamos condenados a una mentalidad de derrota, sino llamados a renovar nuestra mente con su verdad.
Hoy, ¿qué tal si eliges confiar en Dios en lugar de alimentar pensamientos negativos?
¿Qué tal si decides creer en sus promesas y vivir en fe? La elección está en tus manos.
Isaías 26:3 (NVI): «Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.»
Si este mensaje habló a tu vida, te invitamos a ver la prédica completa y seguirnos en nuestras redes sociales para más contenido de esperanza y fe. ¡Te esperamos!